Gossip Girl es de aquellas series que nunca verías, por algún extraño sentido de la vergüenza.
Parece una serie para adolescentes con las hormonas en plena ebullición, pero cuando la ves te das cuenta de que hay una propuesta narrativa basada en los secretos de unos ricos adolescentes que se ven obligados (muchas veces por herencia familiar) a mostrar una cara en público cuando la privada es totalmente opuesta.
En medio de todo esta, transita un personaje omnisciente, la Gossip Girl, alguien que se mantiene en el anonimato y va descubriendo poco a poco todos los secretos que se esconden.
La serie, creada por Stephanie Savage y Josh Schwartz (creador de The O.C. y Chuck) adapta las novelas de Cecily von Ziegesar que tanto éxito tuvieron en EEUU y cuyos derechos se disputaban las productoras de Hollywood. Al final, después de pasar por manos de varios directores se creyó mas conveniente adaptarlo a un formato televisivo para dar más recorrido a todas las tramas.
Tengo que admitir que no iba a ver esta serie por nada del mundo, pero Sergi Pàmies (a veces lúcido y a veces excesivo) la dejó muy bien. Lo intenté y me gustó. La verdad es que nose como va a evolucionar. Solo he visto el principio de la serie, pero su capítulo piloto daba ganas de ver más.
Buenas noticias pues para el panorama televisivo adolescente. Hay un destello de esperanza para la humanidad si los jóvenes ven Gossip Girl i abandonan productos que nos lleven al ocaso como los que ofrece la Disney (Camp Rock, Hanna Montana o High School Musical).
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